miércoles, 30 de marzo de 2011

Mujeres eran las de antes...


 Soy mujer y a mucha honra...Pero confieso que me disgustan profundamente esos ejemplares todos vestidos de rosa, frágiles como el cristal , adeptos de las dietas y el mínimo esfuerzo tanto como las marimacho de aspecto muchachil, cargadas de piercings , que viven en comunidad como las amazonas y odian a los hombres por "opresores". Son los dos modelos femeninos que se ofrecen hoy, y ambos , al menos, a mi modo de ver, detestables. Un sano término medio siempre ha sido lo más saludable ; una mujer que sin ser el "Macho Paredes", sepa soportar privaciones; una mujer que, a despecho de sus buenas maneras, pueda cantar cuatro frescas cuando su família, su país o cualquiera de sus amores es sojuzgado. Fuerte, digna y dulce al mismo tiempo. Si es posíble instruída, pero sin pedantería y menosprecio ante quienes no han tenido la suerte de estudiar. Una mujer que camine segura por la calle, evitando, como he visto tanto y tanto últimamente, llevarse por delante a los demás y andar con la cabeza exageradamente erguida, la nariz fruncida, los labios dispuestos en una desagradable mueca de desprecio y odio hacia la sociedad, que , según ella cree, está siempre presta a "discriminarla" o "oprimirla".
Esto, dirán mis lectores, acostumbrados ya a todo género de extravagancias de mi parte, no parece relacionarse   con la gastronomía, pero así resulta ser. Tiene poco   que ver con el comercio, aunque bastante con el bebercio, porque a la hora de "tomar algo", tanto el excecrable ejemplar vestido de rosa  que lanza grititos a la menor dificultad  , como la marimacho orgullosa de ser libre e ir arrollando a su prójimo por la calle marcando el paso con sus tacos altos, midiendo a todos con una mirada de hielo donde brilla la autsuficiencia, coinciden en su gusto por las mismas bebidas: agua mineral natural o saborizada, gaseosas con cero calorías o licuados (ahora llamados "smoothies) energéticos a base de spirulina, apio o zanahoria. El amor a sí mismas es tan desbordante en estos seres, que se cuidan a cada instante, no solamente en lo que ingieren (¡No vayan a pasarse con las calorías! ¡Y el colesterol! ¡Y la glucemia! ¡Y la hipertensión!) , sino en lo que beben.

   Actualmente, se afirma que una mujer no puede beber más de un vaso de alcohol por día, y el hombre, dos (¡¡¡???), por lo cual estas niñas de esbeltas silhuetas y rostros de mármol, se abstienen en general del buen beber y si alguna es más condescendiente que otra en este punto, nunca pasarán de la copita de vino. Salir con una amiga y pedir un vaso de cerveza, puede ser a veces un calvario, pues en un segundo, ésta comenzará a burlarse de lo "borracha " que es una por tomarse un inocente balón...Y mi primer impulso en este caso es ponerle el chopp de sombrero a la pobre tarada e irme a otro lado a conversar de bueyes perdidos con un hombre.
   Pero ésto no siempre fue así. Afortunadamente, hubo tiempos en que las mujeres se criaban sanas y fuertes y un kilo más o menos,un vaso de vino o una cervecita, no les parecían un pecado . Hoy es otro cantar.

Pero no vine solamente a quejarme , sino a dejarles una buena muestra de que cuanto digo es cierto, reproduciendo una serie de cócteles tomados directamente del libro de Doña Petrona C. de Gandulfo. Serían cócteles para hombres, dirán ustedes. Pero más allá de que en esa época no se hacían distingos, debo recordar que el título de dos de ellos alude a lo contrario. Uno de ellos se llama "Sweet Cocktail for ladies", el que yo creía compuesto por anisette , juguito de naranja y almíbar...El otro "Memé", haciendo alusión a las abuelitas. Supuse se trataría de una inocente mezcla dulzarrona para paladar de ancianita buena... Bien, me equivoqué en ambos casos. Evidentemente, el concepto de lo femenino, varió bastante de aquel no tan lejano ayer a hoy.
   ¿Yo les había prometido otra entreguita sobre mezclas alcohólicas y no alcohólicas? Pues aquí va, y esta vez la fuente es Doña Petrona, una mujer que fue durante décadas la madre y directora de la gastronomía de habla hispana. Voilà!

SWEET COCKTAIL FOR LADIES.

-2/3 de vermouth
 1/3 de Gin
Unas gotas de Bitter Angostura
Unas gotas de Curaçao

Agitar y servir bien helado.

MEME (En francés, qiere decir abuelita...¡Pero se pegaba cada tranca esta abuelita!) 

1/4 de Vermouth
1/2 de champagne
1/4 de coñac
1 cucharadita de azúcar

Mezclar en coctelera y servir

MEME (2)

3/4 de Vermouth
1/4 de coñac
Unas gotas de Bitter

Agitar y servir.

PORTEÑITO

Mitad de Vermouth
Mitad de coñac
Unas gotas de Bitter
Unas gotas de Curaçao

Mezclar en coctelera y...¡A disfrutar!

CANDIAL (Especial para los enfermuchos)

   Poner en na taza dos yemas , una cucharada de azúcar y batir un poquito. Agregar la leche hirviendo y servir muy caliente. Se le puede poner menos yema si así se desea, o enriquecer la preparación con una ramita de canela. Otra variante podría ser espolvorear el candial con canela en polvo.

REFRESCADO DE DURAZNOS

   Pasar por tamiz la cantidad de duraznos que sean necesarios para obtener un litro de jugo, cuidando de que estén bien pelados y maduros. Agregarle luego 200 grs de azúcar , el jugo de medio limón grande, revolver, pasar por el colador y , s se quiere alcohólico, agregarle dos copitas de Marrasquino a la mezcla.

LIMONADA(Un clásico que no podía faltar)

Para el jugo de un limón, colocar éste en un vaso grande , añadirle una cucharada de azúcar , revolver y completar el vaso con agua o soda. Se sirve con una rodajita de limón.

  Y esto es todo por hoy.

No sé si lo he dicho antes; seguramente sí, pues es una de mis frases favoritas(si bien no debe tomarse totalmente al pie de la letra) pero aquí va de nuevo: ¡Hoy comamos y bebamos que mañana moriremos!

Vanesa.